Autor: Kevin Albert Mauricio López
Tercer lugar - Primer Concurso de Creación Literaria 2009
Género: cuento
Categoría: juvenil
Había una vez una familia de monos que eran criados por un domador, ellos vivían en África, era una pareja de monos con sus con sus dos hijos, uno de ellos era muy inteligente y se llamaba Ameni.
Un día el domador salió a cazar y encontró en una pared muy vieja el siguiente anuncio: ¡Se pagarán $ 1 000 por un mono inteligente!. El domador al ver este aviso fue por Ameni y le dijo con engaños que iba a ser millonario y tendría una selva para el y su familia. Ameni acepto y se fue con el. Al llegar al lugar, unos científicos le hicieron a Ameni una prueba, lo aceptaron y lo metieron a una jaula. Ameni estaba desesperado, le pusieron un tranquilizante que lo dejó dormido. El viaje duro unas seis horas hasta llegar a los Estados Unidos. Cuando Ameni se despertó se encontraba en un laboratorio con unos científicos y maquinas alrededor.
Pasaron dos días, Ameni ya sabia para que lo necesitaban, el objetivo era descubrir si había vida en el planeta Marte, así que Ameni tenia que ser entrenado. El le puso mucho empeño porque pensó que su familia lo iba a ver por la televisión. Después de dos meses de duro entrenamiento llegó el día del viaje, un científico le dijo que el viaje duraría unos seis meses y que cuando llegara tendría tres días para ubicar rastros de vida en este planeta.
Al partir el cohete la familia de Ameni lo vio por T.V. y se sintieron muy orgullosos. Cuando el cohete pasó la atmósfera se quedo asombrado con la imagen de la tierra. El cohete pasó por la luna y pudo ver la bandera de los Estados Unidos. Cuando habían transcurrido mes y medio de viaje Ameni comenzó a ver luces que se movían por el espacio, cuando faltaba un día para llegar a Marte Ameni pudo ver que tan grande era el planeta, la nave se poso en la superficie del planeta sin complicaciones.
Ameni bajo de la nave por medio de una cámara que servia para comunicarse con los científicos. Le dieron su primera orden, la cual era que explore el lugar, Ameni caminó doce horas y no encontró nada, los científicos se rindieron y le dijeron que regrese a la nave. Cuando Ameni regresó a la nave un científico le dijo: lo siento monito la nave no esta programada para regresar.
Ameni se puso triste porque los científicos y el domador lo habían engañado, se puso a caminar durante dos días, lamentándose, hasta que su cuerpo ya no pudo dar más y se desplomó por falta de comida y agua. Se quedó mirando el cielo pensando en su familia, cuando aparecieron tres dedos verdes acariciándole la cabeza, unos ojos grandes que lo miraban y una boca pequeña que le decía: ven levántate te llevaremos a nuestra ciudad.
Ameni se dio cuenta que eran extraterrestres y que eran más buenos que los humanos de aquel planeta donde alguna vez vivió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario